La pintura para exteriores está formulada para resistir las condiciones climáticas adversas como la lluvia, el sol y la humedad, protegiendo superficies externas de edificios y viviendas. Los tipos más comunes incluyen:
- Pintura acrílica para exteriores: resistente al clima y de larga duración.
- Pintura impermeabilizante: diseñada para evitar filtraciones en paredes.
- Pintura elastomérica: flexible y eficaz en superficies que pueden expandirse o contraerse.
Estas pinturas también están disponibles en acabados mate, satinado o brillante, cada uno adecuado para distintas preferencias estéticas y necesidades de mantenimiento.